Desde hace un tiempo me rondaba por la cabeza la idea de tener siempre a mano los trabajos que llevo en marcha poniéndolos en una cesta junto al sofá. El otro día paseando por el centro histórico de Gerona vimos esta cesta en un anticuario y fue amor a primera vista.
Lo bueno es que el tejido del mimbre es tan tupido y está tan usado que no hace falta ni forrarla porque las lanas no se enganchan.
que suerte la tuya! yo tambien espero tener mi rincón del punto en el nuevo piso.
ResponderEliminara disfrutarlo!
petons
Yo al día siguiente de que me trajeran el sofá al piso ya marqué mi territorio con, no una, sino dos cestas de punto: una para proyectos y otra para lanas. Además de que mi rueca también está ahí y no la quita ni Dios. Todo queda precioso y muy conjuntado con las consolas y videojuegos de mi novio, jajaja.
ResponderEliminarEso sí, tu cestita es mucho más bonita, ¡es preciosa!
La cesta es muy bonita, se ve que tienes gusto para las cosas, un consejo, ve cambiando de sitio por que mi sofa esta undido donde me siento a tejer, claro esta que me paso horas
ResponderEliminarMolt acollidor, Hormi!
ResponderEliminarQue rincón más agradable te ha quedado, ahora no tienes excusa para no tejer, jejeje
ResponderEliminarMe he enamorado de esa cesta!! Es preciosa, ala!! a disfrutarla!
ResponderEliminarUn Besazo preciosa!!
Que chula la cesta, es muy bonita. Yo también tengo mi rincon al lado del sofà, però en lugar de cesta tengo una bolsa de piel grandota y naranja. Tuve que desistir de la cesta porque ya se sabe con los hatos, cuando menos te lo espera estan ahí echandose una siesta o comiendose los hilos. Jejeej.
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